«𝕋𝕆𝔻𝕆𝕊 𝔼ℕℂ𝔸𝕁𝔸𝕄𝕆𝕊 «
𝗘𝘀𝘁𝗲 𝗮𝗻̃𝗼 𝗾𝘂𝗲𝗿𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗮𝗽𝗼𝘆𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝘀𝗲́𝗽𝘁𝗶𝗺𝗮 𝗼𝗹𝗮 𝗮𝘇𝘂𝗹 𝗻𝗼 𝘀𝗲 𝗱𝗲𝘀𝘃𝗮𝗻𝗲𝘇𝗰𝗮 y permanezca perenne en nuestro muro del patio para así recordarnos que…
«𝕋𝕆𝔻𝕆𝕊 𝔼ℕℂ𝔸𝕁𝔸𝕄𝕆𝕊 «
Este es el manifiesto de Alexandra Palacín Donaire, una mamá azul, que no se rinde y nos envuelve a todos en esta gran iniciativa.
TOD@S ENCAJAMOS, MANIFIESTO DEL 2 DE ABRIL DE 2024
Nuevamente llega un 2 de abril, esa fecha reivindicativa que, aunque para las familias sea todos los días del año, es muy necesaria para que la sociedad ubique en el calendario a las personas con Autismo, a quienes luchamos por sus derechos y, sobre todo, para que ubique en el lugar de la conciencia donde tenemos la EMPATÍA las necesidades que tienen todos ellos.
Para esta familia azul, la de Lucas, es el séptimo año en campaña y cada uno de ellos hemos recurrido a una necesidad diferente por la que luchar: la ruptura de las barreras, su lugar en el mundo o la aceptación de las diferencias como algo natural. Para este año 2024, con un preadolescente autista en casa, hemos querido centrar la reivindicación en la obligatoriedad moral que como sociedad tenemos para que las personas neurodivergentes encuentren su sitio. Una sociedad sana, empática y concienciada facilita a todos su lugar y debe tener estrategias para que así sea, recursos, no solo económicos y políticos, que también, sino sobre todo personales y sociales.
TOD@S ENCAJAMOS, es fácil decirlo, pero es una odisea vivirlo para las familias de personas con Autismo (es más, me atrevo a decir que cualquier neurodiversidad encaja en este discurso: mi solidaridad con todas ellas). Hemos creado una sociedad que usa como base la palabra NORMAL pero que además define unos moldes de lo NORMAL muy estrictos e infranqueables para quienes no se ajustan a esa norma. ¿Y quién es normal y qué es lo normal? ¿Y quién lo decide? ¿Y qué podemos hacer para mejorar y hacer permeables esos moldes?
Pues por ahí van los tiros de este discurso.
Una sociedad sana es la que cuida a todos sus individuos y es capaz de que se desarrollen en función de sus capacidades hasta el punto máximo asequible para ellos. Pero claro, la sociedad no es un ente abstracto, somos cada uno de nosotros los que la formamos, y por tanto los responsables en la medida de nuestra “parcelita” los que podemos mejorar la vida de las personas autistas.
Se necesita ENCAJAR EN EL ENTORNO, pero para ello se necesita naturalizar y también concienciar; estas campañas y todas las que haya y surjan de familias o asociaciones son más que imprescindibles. Lo que no se comprende no se mejora, no podemos saber cómo mejorar si no entendemos qué y cómo. No nos sobra el tiempo en las familias azules y por ello cada campaña es loable y significativa, porque para ese “azulear” el entorno, amabilizarlo, se echan horas de reflexión, de preparación…
ENCAJAR EN LA ESCUELA Y EN EL TRABAJO. Las personas autistas no deben ser quienes están solas en los patios o en las bibliotecas de los centros; no pueden ser quienes salen a apoyos todas las horas fuera de su grupo de iguales, ni quienes no opinan ni son tenidos en cuenta en estos ámbitos. Hay una labor esencial que depende de muchas personas pero especialmente de las familias: la de mostrar la realidad a quienes se relacionan con el niño o adolescente, contar lo que hay, explicar sin tapujos para romper estereotipos y mostrar todo lo bueno que pueden aportar a la clase o a los valores. Serán adultos y en la medida de sus capacidades muchos de ellos podrán trabajar, desempeñar oficios, en muchos casos de forma impecable solucionando solo pequeños inconvenientes ajustables. Si entre el 80 y el 90% de las personas con TEA no trabajan en su edad adulta no será solo culpa suya; muchas están sobradamente capacitadas para ello y pasan la vida formándose porque trabajos hay muchos y muy necesarios con mayor o menos cualificación: ¿por qué va por delante un prejuicio? ¿Por qué no miramos más allá? Porque no se ha trabajado como sociedad y porque todo este ruido es más que necesario. Desde la escuela, desde ahí, trabajando las diferencias, mostrando que todos podemos hacer cosas y que todos “encajamos” estaremos formando a los jefes del futuro, a los empleadores que miren más allá del estereotipo y den oportunidades de desarrollo.
ENCAJAR EN CASA: no hay otra fórmula que aceptar y formarse para atender adecuadamente, para EMPODERARSE y mostrar al entorno porque este nos necesita fuertes y dialogantes, pacientes y con conocimientos. Pero sobre todo quienes nos necesitan así son nuestros hijos ya que nadie va a venir a hacer por ciencia infusa lo que nosotros no facilitamos y para ello se necesita una base familiar y formativa fuerte, profesionalizada casi y muy sólida.
Para el pleno desarrollo de las personas se ENCAJAR EN LA VIDA SOCIAL. Somos seres sociales, si ya lo decía Aristóteles, no vamos a negar esta evidencia. El pleno desarrollo del individuo no se hace de forma aislada, sino social, con todos y para todos. Podemos estar muy formados, muy concienciados con la diversidad y la necesidad de integración de las personas neurodiversas, pero si no pensamos en ellos con su nombre y apellidos para salir a pasear, para una fiesta de cumpleaños, para ver una peli o un partido, algo no está funcionando. Si todos estamos formados lo que no sale de los niños saldrá de las familias, por esto tan importante es concienciar en el entorno entendido en el sentido amplio de la palabra. Muchas personas con autismo libran duras batallas para encajar, en muchos casos traicionando su esencia, sus condiciones más inherentes para no destacar, no ser “los raros”, para que los llamen sus amigos en el tiempo de ocio. Muchas familias trabajan duro para que eso pueda ser, para facilitar, aun sufriendo y con miedo sueltan lazos con las manos temblorosas.
La lectura final, la conclusión de este manifiesto es lo que quiero gritar a los cuatro vientos, yo, Alexandra, madre de un niño autista de 12 años: la responsabilidad de ENCAJAR no puede recaer en la persona autista, somos nosotros quienes debemos facilitar que todas las piezas, independientemente de su forma, puedan tener un lugar ya que ese lugar que todos luchamos por encontrar es lo que nos aporta felicidad y pleno desarrollo. Somos responsables de mucho, si no real, sí ética y moralmente como factores que contribuyen, cada uno con su “pieza” a hacer mejor esta sociedad de la que formamos parte, porque eso sí que no es tarea de OTROS.
COMPARTE LIBREMENTE ESTAS PALABRAS PARA QUE LLEGUEN LEJOS, PARA QUE SIEMBREN SEMILLAS DE CONCIENCIACIÓN Y DE REFLEXIÓN, QUE PARA ESO ES 2 DE ABRIL PARA TI HOY Y PARA NOSOTROS TODOS LOS DÍAS DEL AÑO: MILLONES DE GRACIAS.
#2024TOD@SENCAJAMOS
ALEXANDRA PALACÍN, ORGULLOSA MAMÁ DE LUCAS
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